Se puede hacer comida de muchas maneras, pero alimentar a los tuyos es algo más que eso. A veces confundimos los platos muy elaborados con el arte culinario y bajo mi punto de vista, el verdadero arte es la satisfacción de la gente para quien cocinas.
Crear, investigar, probar, equivocarse,todo eso y mucho más es la cocina para mí.
Una terapia, en este caso la he llamado dulce, porque es una actividad cotidiana a la que podemos sacar el máximo provecho.
Cuando te metes en la cocina a elaborar algún postre o plato, te evades.
Es un momento en el que sólo estás tú y los elemnetos que vas a usar. Ver como con tus manos salen cosas tan exquisitas que hacen a la gente disfrutar te hace sentirte muy recompensada.
Tomárselo así es una manera de hacer de algo rutinario una experiencia muy gratificante.
No tengais miedo de cocinar, cualquiera puede hacerlo, sólamente poniendo ganas.
